Ya desde el título alertamos al lector acerca del contenido de las páginas que siguen. Se trata de una recopilación de numerosos esfuerzos tendientes a poner de manifiesto las singularidades de la "nueva oralidad" (también conocida como proceso por audiencias); esfuerzos que incluyen las participaciones de procesalistas nacionales y extranjeros de gran talla autoral y personal. Entre las singularidades referidas destacamos el montaje de tribunales monocráticos, el mantenimiento de una cierta amplitud de recursos, la articulación de filmaciones o videoaudiencias de los hitos principales del proceso, por ejemplo, la audiencia de producción de prueba.
Mucho ya se ha hecho en pos de la "nueva oralidad", sea gracias a la obra de las reformas procesales civiles, sea merced a la redacción de Protocolos de Actuación en juicio que han logrado concitar ecos favorables en los convocados para utilizarlos.
No puede sorprender el éxito de tanto empeño reformador. Es que en todo él subyace una finalidad común que lo orienta y da sentido: dar finiquito al procedimiento "desesperadamente escrito" (en el decir de un inolvidable maestro rioplatense). Empero, aconteció que en el ejercicio desmesurado del "atrévete a pensar" (sapere aude) prosiguieron pensando, con violación de la regla, especialmente vigente, tratándose de modificaciones como las que nos ocupan, conforme a la cual "ni poco ni demasiado".