Este libro se detiene en las actitudes de la filosofía política clásica frente a las predicciones sobre el poder. Es una especie de reportaje que lleva varios siglos de consulta, y que interesa, por ende, a la historia de las ideas políticas.
Apenas se ingresa en el tema, el lector advierte que fueron numerosos los doctrinarios que lo atendieron, y muy calificados por cierto. Abundan, por ende, los autores de primera línea: por ejemplo, Platón, Santo Tomás de Aquino, Francisco de Vitoria, Cicerón, San Agustín, Bodin, Maquiavelo, Tomas Moro, Hobbes, los enciclopedistas, Bossuet
la lista es interminable.
A modo de síntesis, se pergeñan sobre el tema tres miradas filosófico-políticas: una, prediccionista, afirma y cree en el presagio político, especialmente el astral; la segunda, antiprediccionista, lo niega y condena, y la tercera, intermedia, lo comprende en algunos aspectos y lo rechaza en otros. Las líneas argumentativas son múltiples, y no siempre coincidentes en cada tendencia. Pero la lectura de tales proposiciones es muy útil para comenzar a entender de qué modo el ser humano intentaba penetrar (irracionalmente, llegado el caso) en el enigmático territorio del porvenir político.