De todos los derechos-obligaciones que existen en el ámbito sanitario, quizás sea el Secreto profesional el que mayor trascencia tenga, al intervenir directamente sobre un derecho fundamental como es la intimidad de las personas y al constituir el pilar básico de la relación de confianza entre el sanitario y el paciente. La Enfermería española como profesionales autonomos de la salud, deben conocer y valorar el Secreto como un elemento esencial en su praxis diaria, las consecuencias jurídicas sobre la posible vulneración de datos de carácter personal a los que la Enferemería accede, tiene tanta importancia que se pude traducir en privación de libertad, inhabilitación de sus funciones y en multa e indemnización millonaria. El ámbito sanitario en general, tanto en instituciones públicas como privadas, así como en los multuples puestos de trabajo que la Enfermería viene desempeñando, gozan de una especial sensibilidad sobre el tema de la Confidencialidad y Secreto profesional, ya que si alguna profesión o sector es conocedor de cuestiones particularísimas de las personas que son merecedoras de discrección, ese es sin duda el sanitario y por excelencia la Enfermería, habida cuenta de la proximidad y dedicación cuantitativa y cualitativa que ejerce sobre el usuario-paciente.
