Esta tercera edición de la obra actualizada mantiene la misma calidad, profundidad, prolijidad y minuciosidad en el análisis de la institución que las dos ediciones anteriores, con el agregado de extender aún más su estudio al derecho comparado, al orden provincial, municipal, a los nuevos defensores especializados públicos e incluso a los que se han ido creando en el ámbito privado. Constituye una obra indispensable para conocer los perfiles más ajustados de un Defensor u Ombudsman.
La obra se divide en 8 títulos, subdivididos en capítulos, que incluye los siguientes temas:
Titulo I: La tesis propuesta en primera edición. Actualizada (3 capítulos)
Titulo II: La institucionalización del Defensor del Pueblo (4 capítulos)
Título III: La institucionalización del Defensor del Pueblo en el derecho comparado (6 capítulos)
Título IV: El Defensor del Pueblo en el siglo XXI (5 capítulos)
Título V: El Defensor del Pueblo en el ámbito nacional (16 capítulos)
Título VI: Defensorías provinciales y municipales (20 capítulos)
Título VII: Defensores especializados públicos (1 capítulo)
Título VIII: Defensores especializados privados (1 capitulo)
La sola mención de los títulos es reveladora de la preocupación del autor por agotar el estudio de todas las manifestaciones que tuvo esta ya mundialmente conocida institución, al punto de comprender las más diversas especializaciones de todo tipo en el país y en el derecho comparado. En este sentido corresponde señalar que el Doctor Maiorano tuvo también el privilegio de ser designado en el ámbito corporativo como Defensor del Asegurado desde la creación de la ñgura en el año 2007, por una decisión visionaria de las autoridades que entonces conducían la Asociación Argentina de Compañías de Seguros hasta su eliminación por decisión de las nuevas autoridades de la misma en el año 2020.
Al escribir estas líneas el mundo se encuentra azotado por una espantosa pandemia que ha causado cientos de miles de muertos, afectando seriamente los sistemas económicos con pérdida de puestos de trabajo y el consiguiente aumento de los Índices de pobreza y de indigencia. La crisis ha alcanzado tanta gravedad que no es difícil suponer que el mundo no será igual una vez que ella termine, lo que llevará seguramente un largo tiempo.