Hace tiempo que conozco a Paulo de Barros Cai-valho y sé de su gran talla de jurista. También he llegado a percibir su Impresionante formación filosófica, hasta tal punto que, en él, no he logrado precisar nunca si se trata -según la tradicional distinción- de un jurista que hace filosofía o de un filósofo que reflexiona sobre el derecho. (...)
Pero inmediatamente he de advertir al especialista en derecho tributario que tome en sus manos este libro que no se trata de una obra filosófica sino de un libro -en el sentido más estricto de la especialidad- de derecho tributario, en el que se abordan los problemas nucleares de esta rama del derecho. El tributarista encontrará en éste discursos y opiniones de un rigor lógico extremo sobre conceptos tan concretos y fundamentales como el de "hecho generador" o hipótesis de incidencia, su configuración, sus elementos o las distintas tipologías a las que tales hechos pueden responder, con un detalle y una minuciosidad de los que puede servir de ejemplo el rechazo de la distinción entre hechos instantáneos y continuos.
Es sin duda en estos temas tan concretos de nuestra disciplina donde la "altura de reflexión" alcanzada por el autor muestra su mayor utilidad. Y son muchos, repito, los temas tratados, todos los que componen lo que los juristas especializados en derecho tributario conocemos como "teoría general del tributo". Este es, quizás, el titulo que mejor puede trasladar a quienes lean este prólogo una idea clara sobre el contenido de la obra. Lo que ocurre es que no nos encontramos ante una teoría Jurídica general del tributo más; es decir, que se añada a aquellas -con el valor que cada una de ellas tenga- a las que estamos habituados. Se trata de una teoría general "nueva", en cuanto a que la institución jurídica del tributo está vista a través de una persona que se mueve en un espacio filosófico -insisto en ello- que me atrevo a considerar inusual entre los especialistas -como yo- de derecho tributario de habla hispana.
Una visión "nueva" -por distinta a la habitual- que aporta a quien sea capaz de asimilarla -aunque, como yo, no la asuma en su totalidad - nuevos elementos de análisis que le servirán sin duda, para aclarar, perfilar y delimitar mejor los conceptos clave de nuestra común rama del saber.