Caricaturas de la Justicia, este exquisito opúsculo de Gustau Radbruch que ofrecemos a los lectores hispanos e hispanoamericanos, se ha publicado cuatro veces en alemán. La primera edición, de cinco mil ejemplares declarados, aparece en Heidelberg, a cargo de la editorial Scherer, en abril de 1947, es decir, poco más de dos años antes del deceso del autor; la segunda y la tercera, en Gotinga, los años 1957 y 1961, respectivamente, siempre en un pequeño volumen autónomo, y, en fin, la última, de 1997, reproduce sin alteraciones la que cuidó en persona el jurista de Lúbeck, y está recogida en el quinto de los veinte tomos que componen la maciza galería de sus Obras completas, que ha venido publicando la editorial C. F. Müller, de Heidelberg, a partir de 1987, bajo la dirección de Arthur Kaufrnann.
Nuestra versión del libro se basa en la de ese hermoso volumen, que reúne el conjunto de escritos historicoartísticos e históricoliterarios de Radbruch. Por
considerarlo oportuno y útil, hemos traducido aquí, a guisa de prólogo, el que escribió Hermann Klenner, el compilador de dichos escritos. Las constantes referencias que se leerán en él a diversos elementos del legado radbruchiano en materia de arte y literatura, así como a otros tomos de las Obras completas, hay que entenderlas, pues, según la sede y finalidad originales del Prólogo y a la luz del más vasto espectro de producción espiritual en que se inscribe este ensayo sobre las litografías con que el arte de Honoré Dau-mier caricaturizó a los personajes de la Administración de Justicia.
Agradecemos a la editorial C.F. Müller y al profesor Hermann Klenner la autorización concedida para la edición castellana, y, muy especialmente, a la doctora Silvia Peña Wasaff, por sus valiosas sugerencias, y a la profesora Gisela Menne Backmann, quien tuvo la amabilidad y abnegación de revisar los originales y de verter el homenaje poético de Baudelaire a la estampa de su amigo y también inmortal compatriota.
El traductor desea dedicar la intensa experiencia y los desvelos de su aporte a esta edición, que él considera como un hito particularmente significativo de su quehacer universitario, a su amada compañera Karina, y al remanso ardiente donde ella nació y ambos moran, el desierto de Atacama.
José Luis Guzmán Dalbora
Antofagasta (Chile), 28 de diciembre de 2000