En esta eterna dicotomía, la tensión entre libertad y seguridad, en parte agudizada en los últimos tiempos por amenazas globales -o que se perciben como globales, pese a actuar específicamente sobre determinadas comunidades-, las sociedades pueden conducirse hasta manifestaciones jurídicas de histerismo normativo: ahí están las teorizaciones de prácticas tales como el Derecho penal del enemigo o las corrientes de lo que lato sensu podríamos denominar populismo punitivo.
Nuestros trabajos pretenden escudriñar esas áreas previas a la formación de las respuestas penales de los últimos tiempos, intentando inteligir si las medidas disponibles, penales, procesales y policiales, son suficientes y adecuadas en una sociedad democrática y si son administradas correctamente ante los síntomas que, se afirma, aquejan en materia de seguridad a las sociedades contemporáneas.
Deseamos, en fin, que los lectores de las contribuciones aqui compiladas, encuentren algunas ideas para la reflexión antes que soluciones absolutas a los problemas a los que en este ámbito nos enfrentamos. Esperamos haber contribuido en alguna medida al cabal entendimiento de las posibilidades de la eficacia de un Estado democrático, mediante sus propios recursos y sin atajos, ante una problemática, como la de la seguridad, que tan de cerca nos concierne a todos.
