El populismo no es susceptible de ser englobado en la izquierda ni en la derecha de la política tradicional. Pero esto no debiera conducirnos a ignora las ideologías que están presentes en los distintos regímenes totalitarios, Tampoco, a no reconocer que, en la actualidad, las diferencias se han acotado, en un mundo, que muestra muchos signos de acuerdo en el uso de las herramientas sociales y económicas para superar las crisis que, de tanto en tanto, sacuden la economía de los Estados. En ese escenario, aparece incrustado, en el campo político, el nuevo modelo que proviene de la llamada izquierda radicalizada pretendidamente democrático que, por su tipicidad, el autor denomina Estado Populista. Es un modelo que funciona a condición de que haya crisis y movimientos de masas, cuyas notas se acentúan por su inserción en el proceso del hipermodernismo consumista. Se trata de una construcción colectiva que se orienta hacia la hegemonía política de un líder carismático, reputado eterno (en sentido simbólico) e infalible, en quien se concentra todo o la mayor parte del poder del Estado.
La descripción y crítica de este fenómeno político que nació en Latinoamérica (principalmente en Venezuela, Argentina y ecuador, y con rasgos atípicos Bolivia y otros países de la región) constituye el objeto central de este libro.
El análisis de los distintos elementos y articulaciones de la construcción política en la que reposa el Estado Populista, como formulación ideológica y empírica del llamado socialismo del siglo XXI, parte del escenario y las raíces de su filosofía para pasar, en los distintos capítulos, al meollo, retórica y praxis del fenómeno, la justicia social y la economía, así como sus relaciones con los principios de la democracia moderna y del estado de Derecho, concluyendo, finalmente con un esperanzado análisis de su declinación de los riesgos del retorno del Estado populista.